Nuevas paternidades

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Escrito por Urpi

#LoPersonalEsPolítico

¿Cómo afecta la violencia doméstica a unx niñx? Es claro que, si no se llega a tener atención o una forma de superar estos traumas, el círculo de la violencia continuará y esxs niñxs, cuando sean padres/madres podrían ser violentos con sus hijxs. Esto lo vi, recientemente, en una nueva serie llamada Tribunal de menores”. Un episodio en especial me llamó la atención: nos muestra cómo una chica sufre de esta violencia. El episodio es desgarrador y me trajo a la mente algunos sucesos de mi vida que creo estoy con la suficiente fuerza de poder narrar.

Cuando era niña, fui víctima de violencia doméstica por parte de mi padre. Él venía afrontando problemas con el alcohol, pues, de emborracharse una vez a la semana, pasó a hacerlo cada vez que podía y, como sucede en la mayoría de casos, este problema trajo tanto dificultades económicas como emocionales en casa. En mi familia, siempre fuimos solo mi hermana, mamá, papá y yo. De los tres, yo siempre fui la más traviesa, loca y terca, características que la verdad no me molestan porque forman parte de un carácter que me ayudó a afrontar diversas situaciones en mi vida, pero que, en momentos delicados como esos, me jugaron malas pasadas.

No logro recordar eventos de mi infancia y niñez, pero sí recuerdo el miedo que sentía cada vez que mi papá volvía a casa, el miedo de no saber si estaba bien o borracho. Mi hermana siempre tuvo la paciencia para atenderlo y hacer que no se enoje más de lo que ya estaba. Sin embargo, yo no era así. Decía o preguntaba cosas que, muchas veces, incomodaban, sobre todo a mi papá, y, usualmente, la respuesta a todo eso era maltrato psicológico o amenazas. Solo una vez llegó al grado de violencia física y fue por no ser buena en matemáticas, un curso que hasta ahora sigo odiando, pues, en el colegio, no me iba bien, así que, en casa, tenían que ayudarme con las tareas; a veces, era mi mamá y otras era papá.

Todos estos años de miedo y tristeza rompieron algo en mí y, con el tiempo, terminó siendo un trastorno de la personalidad TLP (Trastorno límite de la personalidad). Por suerte, logré conseguir apoyo en el momento indicado y, ahora, después de 7 años de terapia, puedo decir que puedo sobrellevar muchas situaciones difíciles.

Pero, esta historia no es la de la mayoría. En muchas familias, se vive la violencia, si yo tuve el privilegio de poder pagar casi 5 años de terapia, hay personas no lo pueden hacer o que no logran reconocer que necesitan ayuda psicológica. Todo esto llevara a que un porcentaje de hijxs terminen siendo violentadores, otros con adicciones y/o con trastornos y un porcentaje reducido logrará superarlo sin apoyo.

Aún no existe solución definitiva para un problema que lleva muchos años, pero el educar a los padres/madres tal vez pueda mejorar estas cifras. Pues, la violencia es parte del sistema patriarcal que busca que ese círculo se siga manteniendo.